La leyenda negra de la Torre de Londres
¡Buenos días!
No hay mejor ambiente que un día tormentoso para adentrarnos en las truculentas historias que envuelven a la Torre de Londres. Todos conocemos su reputación como lugar de encarcelamiento y tortura, que aunque un poquito exagerada por los religiosos del siglo XVI y los románticos del XIX, tiene su base fundada en las numerosas ejecuciones y torturas que se llevaron a cabo entre los siglos XVI y XVII. Se utilizaron numerosos mecanismos para obtener las confesiones; no se si habéis visitado algún museo de la tortura, pero es increíble lo oscura que puede llegar a ser la mente humana, ¡escalofriante!
En el contexto de esta imagen oscura de la Torre os traigo algunas historias con nombre y apellidos relacionadas con la torre:
Los Príncipes de la Torre
Se dice que el nombre de Bloody Tower -torre sangrienta- deriva de haber sido el escenario del asesinato de los pequeños príncipes Edward V y su hermano Richard, duque de York. Aunque Edward había sido coronado a la muerte de su padre -Edward IV-, su minoría de edad hizo que su tío Richard, duque de Gloucester, asumiera la regencia. Los príncipes fueron instalados en la Torre, su tío fue coronado Richard III y nunca se supo más de los pequeños. La teoría más extendida es que fue su tío quien los mandó asesinar el mismo año de la muerte de su tío.
En 1674 se encontraron unos huesos al demoler la entrada de White Tower, y pensando que eran los cadáveres de los príncipes, se re-enterraron en la Abadía de Westminster. En 1933 cuando se reexaminaron se confirmó que pertenecían a dos chicos jóvenes de 10 y 13 años, los historiadores interpretaron que eran los cuerpos de los príncipes.
Se dice que los fantasmas de los niños vagaban por Bloody Tower cogidos de la mano y vestido de blanco hasta que en 1674 fueron enterrados en Westminster mediante una ceremonia religiosa.
Margaret Pole
Margaret Pole pertenecía a la familia Plantagenet, tras la subida al trono de Henry VII -Henry Tudor- en 1485 los miembros supervivientes de esta familia se convirtieron automáticamente en posibles incitadores de rebeliones contra el rey. Para afrontar esta situación Henry VII tomó la determinación de, en el caso de los varones, hacer que pasasen el resto de sus vidas en prisión o fuesen ejecutados, y en el caso de las mujeres, casarlas con miembros de la familia Tudor o con fieles partidarios de la misma.
Margaret fue casada con el primo del rey, Sir Richard Pole, tuvieron cinco hijos y su vida fue segura mientras su Richard vivió. Tras la muerte de su marido, Henry VI le recortó su pensión haciendo que Margaret pasase unos años difíciles, pero en 1512, Henry VIII la destinó al servicio de su esposa Catalina de Aragón y la nombró condesa de Salisbury, por lo que su situación mejoró notablemente. Por desgracia, el apoyo que Margaret brindó a Catalina y a su hija, María Tudor, durante el divorcio con el rey, le valió para ser encarcelada en la Torre de Londres en 1539 por “haber cometido diversos y detestables actos de traición”; a pesar de ello sus condiciones de vida fueron bastante cómodas.
Pero su desdicha no acabo aquí, un levantamiento al norte del país -feudo tradicional de la rama York de la familia Plantagenet- hizo que Henry VIII temiese que Margaret pudiera convertirse en un símbolo para los rebeldes, por lo que la mandó ejecutar el 27 de mayo de 1541, ese mismo día Margaret trató de huir de su fatal destino, pero la atraparon en Green Tower y su mala suerte hizo que su verdugo, inexperto y chapucero, necesitase tres hachazos -la mantuvieron con vida- que la hicieron sufrir una muerte lenta y dolorosa. Según dicen, su espíritu se aparece cada año, el día del aniversario de su muerte, en Green Tower.
Anna Bolena
Henry VIII -Enrique VIII- es famoso por, digamos, ser un esposo un tanto exigente, el quería un hijo varón. Su segunda esposa Anna Boleyn -Ana Bolena- fue la causante del divorcio de Henry VIII y Catalina de Aragón, así como del cisma anglicano, pero como bien nos han sabido transmitir la literatura y el cine, este matrimonio era apasionado y feliz hasta que, nefasta sorpresa, Anna alumbró una niña.
Las malas lenguas dicen que sumida en la desesperación, ya había sufrido varios abortos y perdía poder sobre su rey, pidió a su hermano que la ayudase fisicamente. Una cosa es el matrimonio entre primos y otra acostarte con tu hermano, y en la Edad Media lo tenían muy claro. Con los ojos en una nueva esposa, Henry VIII mandó ejecutar a Anna y a su hermano por adulterio; no teniendo ningún ataúd para ella, se la colocó en uno viejo y demasiado pequeño y se la enterró bajo St Peter’s Chapel, donde estuvo recluida.
Su fantasma es uno de los más famosos, se le ha visto en numerosas ocasiones vagando por la Torre, sobre todo en los aniversarios de su ejecución, a veces sola y otras acompañada de una procesión de espectros, con su cabeza bajo el brazo.
Uno de los episodios fantasmagóricos más celebres de Anna se dio en el invierno de 1864, un guardia fue acusado de haberse quedado dormido en su puesto -se le había encontrado inconsciente-, su defensa ante el tribunal militar que había de juzgarle consistió en que al amanecer una silueta blanca con tocado pero sin cabeza -la llevaba bajo el brazo- apareció entre la niebla, tras hacerle las tres advertencias de rigor, se acerco y cuando la bayoneta de su fusil atravesó el cuerpo, un rayo se propagó a lo largo del arma, provocando que cayera inconsciente.
La increíble historia fue apoyada por dos soldados y un oficial que aseguraron haber visto al espectro por una ventana; en las cuatro apariciones el fantasma de Anna fue visto justo debajo del cuarto en el que la reina pasó su última noche antes de ser decapitada. El tribunal creyó al guardia y le liberó. Dicen que aún se ve a Anna Bolena vagando con su cabeza bajo el brazo.
Lo más seguro es que las acusaciones hacia Anna fuesen falsas, una artimaña de Henry VIII para poder librarse de su esposa y poder casarse con Jane Seymour, de hecho, la boda tuvo lugar un día después de la decapitación de Anna.
Lady Jane Gray
Fruto del matrimonio con su tercera esposa, Henry VIII obtuvo el hijo varón que tanto deseaba. Por desgracia, era un niño extremadamente enfermizo -se cree que sufría de una forma congénita de sífilis o de tuberculosis- y este hecho hizo que el rey volviese a casarse en busca de un heredero en mejores condiciones, sin embargo el destino no quiso que lo tuviese -quizás fue el karma-.
A la muerte de Henry VIII, en 1547, su hijo fue coronado Edward VI con tan solo diez años y el problema sucesorio volvió a ser la preocupación principal dentro de la corte. El circulo de gobierno de Edward estaba liderado por el duque de Northumberland, quien era uno de los principales defensores de la religión anglicana y no podía permitir que una reina católica echase por la borda todo el trabajo de los últimos veinte años. Para servir a sus propósitos el duque de Northumberland convenció al rey de que alterase su testamento en favor de Lady Jane Grey -sobrina-nieta de su padre Henry VIII-, quien era fiel seguidora de la iglesia anglicana y casualmente estaba casada con el hijo del duque.
En 1553 el joven Edward VI fallece a los 15 años y Jane Grey es coronada cuatro días después de su muerte. Su reinado tan solo duró nueve días, un nombramiento era ilegitimo y un pueblo que sentía un claro fervor por María Tudor, provocaron que el Consejo real, también a favor de María, la declarasen reina y encarcelaran a Jane.
En una de las revueltas populares contra los intentos de María de devolver a Inglaterra al seno de la Iglesia de Roma, encabezada por Thomas Wyatt el Joven, Jane fue ejecutada con tan solo 16 años. Según algunas crónicas, Jane, quien había sido considerada una de las mujeres más cultas de la corte inglesa de su tiempo, dio un discurso al ascender al patíbulo. Su marido, Guilford Dudley, fue ejecutado el mismo día. Según cuentan sus fantasmas han sido vistos en una ventana próxima a Beauchamp Tower -a él- y en Salt Tower -a ella-.
Entre los múltiples fantasmas humanos que vagan por la Torre de Londres -aquí solo he recogido unos pocos-, hay que destacar la aparición de uno animal, un oso que se apareció ante un soldado en 1816, el pobre ingenuo intento defenderse con su bayoneta sin conseguirlo, muriendo poco después.
Por muchas apariciones que haya en la Torre de Londres, hay un sito inmune a toda actividad paranormal, White Tower. Según la creencia popular, al inicio de su construcción se practicó un rito de protección contra los espíritus, que incluyó un sacrificio animal -durante la reforma del edificio se encontró un gato en el interior de un muro maestro-.
Y esto es todo por hoy, aquí os dejo los links que he consultado y donde podréis ampliar cada caso:
¡Un saludo!