Kenilworth Castle

¡Buenos días de puente!

El castillo de Kenilworth es el que vengo a presentaros hoy: que pasó de una basta fortificación de estilo normando (cuadrada y sin ningún glamour) a uno de los más bellos palacios residenciales de época renacentista. Y qué voy a decir yo, que me encanta todos los edificios emperifollados ¡estoy encantada de que me haya tocado!.

Y sí, sí, ya sé que la Arqueología no se basa para nada en si las cosas son "bonitas" o no, pero nunca hace daño si lo son...

Esta es la primera fase del castillo, la normanda del s XII. Después tendrá muchas más fases de construcción, ya que muchos de los dueños que heredan el castillo (que está cambiando de manos entre duques, condes y la Corona constantemente) añaden su pequeño toque. Como John Lackland (Juan Sin Tierra), que hará a su alrededor el foso más grande de Inglaterra y después John de Gaunt, que modernizó todo el interior y construyó un Gran Salón.

La última gran reforma la llevó a cabo Robert Dudley que, con el objetivo de asombrar y enamorar a la reina Elizabeth I (spoiler: no lo consigue, ella no se casa nunca manteniendo el poder por completo hasta su muerte), le construyó grandes edificaciones y jardines. Kenilworth fue, según muchas fuentes, el favorito de la reina para pasar el verano.

Bonito, ¿verdad? No me extraña que la reina quisiera pasar todo su real verano entre magníficos parterres y salones de lujo (algunos con más de 6 chimeneas en una sola habitación).

¡Nos vemos en la próxima entrada!